sábado, 8 de octubre de 2011

Capitulo 2. Pintura musical.


-SEÑORITA HALL FRENCH, PUEDE MOSTRARNOS LO QUE HIZO EN SU LIENZO- decía la señorita Bann, mi maestra de pintura, yo era la mejor de la clase. No había visto a Paul en todo el dia, ya que me había juntado con Layla, con los gemelos mcDough, y con Gerard. Era el ultimo dia de octubre de 1956, y era el dia de la presentación de trabajos trimestrales. Había pintado una silueta de un chico con guitarra de traje rojo  y a una chica de negro, el chico de rojo resaltando en la pintura de tonalidades grisáceas y oscuras. Pasé al frente con el cuadro en mis manos
-SE PARECE A JAMES MCCARTNEY MOHIN DEL TALLER DE MUSICA- no podía faltar el comentario de la zorra de puntos [Dot]. Me había colmado la paciencia hasta esos momentos y corri enfurecida hasta su lugar.
-DOT RHONE! HAZ TU PROPIO PUNTO EN EL UNIVERSO Y DESAPARECE!, ME HAZ COLMADO LA PACIENCIA CON MCCARTNEY, MCCARTNEY  Y MAS MCCARTNEY!- La tenía agarrada con mis manos en su camisa, nunca supe como llegue ahí.
-¡Es que a ti te gusta Paul maldita zorra de cambridge! ¡YO TENGO 3 MALDITOS AÑOS QUERIENDO A PAUL, Y NO ES JUSTO QUE UNA MALDITA GUERA DE OJOS AZULES LLEGUE, Y A LOS 2 MESES ME LO QUITE ASI COMO ASI- Me calò ese comentario de la zorra de puntos, pero gracias a Dios, timbraron y pude tomar mi bolso lo mas rápido posible, para asi cargar mi cuadro y largarme de ahí.
Iba caminando demasiado rápido, en Joseph Williams, se prohibía correr en los pasillos, pero eso no me importó, seguía caminando y pensando en Paul, la verdad, si me gustaba demasiado, el me había enseñado guitarra, me sentía mal por ser mas rica que McCartney, pero a el le encantaba mi personalidad, nunca le importó que me vistiera lo mas masculina posible, el decía que lo mas importante era el interior, me comenzaba a enamorar viéndolo todos los días y comiendo galletas hechas por su madre en la sala antigua y un poco deteriorada de la casa de Paul.
-AAAAAAAAAAAAAAAA!- me resbalé y choque terriblemente con un chico tumbándolo encima de mi. Nos mirábamos a los ojos, era Paul. –Lo siento amigo, yo solo…-
-tenías prisa ¿no es asi?- dijo Paul entre risas. Era tan lindo, amaba su sonrisa, sus ojos, su mirada, sus pestañas y su perfil de niña. ¡DANIELLA NO TE PUEDES ENAMORAR DE TU VECINO!
-¿Y si mejor nos levantamos?- su voz me hizo reaccionar, el se levantó y me ayudó a levantarme también, mi cuadro estaba intacto gracias a Dios. Pero yo no quería que Paul lo viera, se vería obvio que a mi me gusta. Paul lo vió y se quedo callado. –¿Soy yo?- su pregunta me paralizó por completo, claro que era el, su forma de tocar la guitarra, era la forma de identificarlo.
-Si Paul, eres tu, y la chica, soy yo- Paul se quedó impactado y tomó de mi mano llevándome a la salida del colegio, aunque aun faltaba. Sentía que mi corazón se saldría, ese chico gordito me hacía sentir bien. El me miró a los ojos profundamente, mientras que yo acariciaba sus mejillas coloradas.
-Me encantas demasiado Dannie, eres una chica diferente a las demás, eres prepotente y muy directa, me gusta que sepas expresar muy bien tus sentimientos, aunque aveces lo hagas por medio de indirectas- soltó una risita y yo también reí estúpidamente. –¿Quieres ser mi chica, Danniella Hall?- eso me paralizo de nuevo, no sabìa que decir, era un si, o un no. Yo quería ser su chica, me encantaba, y quería callarle su bocota a la zorra de los puntos, Dot-bitch.
-Claro que si quiero Paul- el sonrió y tomó mi rostro delicadamente, acercó sus labios a los mios y me comenzó a besar, y yo le respondí, besaba tan bien ese chico, me moría lentamente aahhhh!.
Tomamos un autobús, no a casa, a Penny Lane. Eran las 12:30 del mediodía, pero nos salimos antes, para poder disfrutar de nuestras primeras horas como novios. Cuando bajamos del autobús, lo primero en lo que fije mi atención: la peluquería del padre de los gemelos mcDough. Caminamos un poco por la plaza de Penny Lane, y nos sentamos en una de esas bancas de hierro. Estabamos abrazados, y decidí obsequiarle mi cuadro a Paul. El me dio un beso en la mejilla, y después fue por mis labios, tenía unos labios hermosos. Ahí estuvimos hasta que dieron las 2, decidimos irnos a nuestras casas y decir la verdad, nos brincamos las ultimas clases, mi madre solo reiría pero mi padre me mataría.
Llegamos a nuestras casas, Paul se despidió de mi y besó mi mejilla. Yo entre a mi casa realmente feliz, pero ví a mi madre llorando en la sala. Parece que no había ido a trabajar.
-Mary McCartney está muy grave- dijo mi madre secamente.
-NO ES CIERTO MAMÁ, SI YO ACABO DE VER A PAUL-
-La acabamos de ver  Mimi y yo- no le creía, Paul se acababa de meter a su casa, lo ví. Mi mama casi nunca estaba seria, tal vez porque es la primera vecina con la que convivimos demasiado- me preocupé, así que decidí ir a ver a mi Paulie.
 Corrí a mi cuarto y me cambié lo más rápido que pude, Me puse un vestido negro, mis zapatos de piso rojos y una chaqueta tejida por mi mamá. Pero claro mi madre no me dejaría ir con su permiso, así que tomé mi guitarra en su estuche y la colgué en mi espalda. Salí por la ventana de mi cuarto y corrí hacia la casa de Paul, cuando llegue, solo toque y Michael me abrió.
-Danniella, pasa –su semblante era demasiado triste, sus ojos estaban llenos de lagrimas, se me hizo triste verlo en ese estado, así que lo abracé. –Paul esta devastado, puedes pasar a su cuarto, pero se tierna, esta demasiado triste-.
-Ok Mike,¿ y tu madre como sigue?- el semblante de Mike cambió por completo, el comenzó a llorar bastante. -¿Qué no te dijo tu madre? Mary murió-. El me abrazó demasiado y yo solo dije un –Lo siento, ella era tan buena-. En cuanto me soltó, me dirigí rápidamente al cuarto de Paul, subí las escaleras lentamente, ví esa puerta blanca e impecable y sentí un gran escalofrío, la abrí lentamente y accedí a su cuarto tratando de hacer el menor ruido posible.
NO HABÍA ABSOLUTAMENTE NADIE EN EL CUARTO DE PAUL. Me sorprendí, pero en eso mi guitarra golpeó la perilla de la puerta, haciendo el típico sonido hueco: POOUUUUM…..
-Largate de aquí, no te quiero ver-. Sus palabras me hirieron en lo mas profundo de mi alma. Escuché sus lloriqueos que provenían de su guardaropas. Abrí una de las puertecitas de donde provenían los sonidos de sus lamentos.-¡LARGATE HARRISON! NO QUIERO VERTE- ¿Harrison? ¿mi primo?, no entendí ese termino, pero cuando lo ví estaba hecho bolita en un rincón del closet, seguramente no me había visto bien.
-Soy Dannie, querido-dejé mi guitarra a un lado y me inqué, pero parece que no escuchó mis palabras, se vino con todas sus fuerzas encima de mi. Tirandome al piso haciendo que golpeara mi cara, haciendo sangrar mi nariz y parte de mi labio superior
-¡QUE TE LARGUES TE DIGO!- estaba encima de mi, el lloraba, estaba enfurecido. Pero cuando me reconoció dejó caer su peso encima de mi, me abrazó y comenzó a llorar con mas fuerzas.- LO SIENTO QUERIDA, NO TE QUISE HACER DAÑO-. No soporté las ganas de llorar, nunca pensé que Paul me dañaría, talvez era porque estaba deprimido y lo fastidié
-No te preocupes mi amor, a cualquiera le dan ganas de golpear a George- le dije riendo entre sollosos. El se levantó, pero yo no me pude levantar, me lastimó mi brazo. Asi que el me cargó y me puso sobre su cama y me recorrí un poco, para que el pudiera recostarse.
-Lo siento querida, no quise hacerte daño- Se recostó a un lado mio y me abrazó. –Gracias por venir, hoy si te vestiste femenina- yo sol reí un poco. –¿Sabes que dijo mi madre ayer? Ella me dijo que quería vernos juntos por siempre, que nos veíamos muy bien como pareja- el soltó una risa, y comenzó a llorar. –LA VOY A EXTRAÑAR DANIELLA, LA VOY A EXTRAÑAR-
Yo lo abrazé y me acomodé en su hombro, el volteó a ver mi rostro y me comenzó a besar, yo respondí a su beso, sin tomar importancia a la herida de mi labio. El comenzó a acariciar mi rostro. –Te vez hermosa vestida asi, pensé que nunca usarías vestidos de esa manera-. Terminó y me besó mi frente, sus ojos aun seguían brotando lagrimas, y los míos también. De pronto nos quedamos profundamente dormidos.

1 comentario: