Capitulo 7. Extraña
-Tal vez Paul en estos momentos esté en Hamburgo- decía Michael McCartney con tristeza, mi abuelo solo se rió de mi. Tenía ganas de morir en ese instante QUE LA TIERRA ME TRAGARA POR COMPLETO, nunca creí que mi regreso a Liverpool fuera tan difícil, pero aun asi fuí hacia Twist n’ Coffe… donde me topé con Cynthia y con Dorothy.
-Buenas tardes señorita, ¿que es lo que desea llevar?- decía Cynthia con una libreta en sus manos, parece que no me reconocía.
-Me das una malteada de fresa con crema arriba y encima de esta una cereza, tamaño grande porfavor- Cyn levantó la cara y me vió, se quedó atónita, ella sabía que yo era la única que pedía la malteada de fresa de esa manera, aparte de que ella sabía que era la única que pedía todo grande, fue tanta la sorpresa que su libretita cayó. -¿Qué PASA CYNTHIA?- pregunte algo preocupada, ella solo recogió las cosas y se fue, poco después mandó a otra chica a atenderme, terminé de tomar mi malteada y me retiré. Cuando iba saliendo, me topé con Dorothy, ella solo me saludó y entró como si no me conociera.
Talvez era porque no había visitado Liverpool en tantos años, o talvez era por Paul o no lo se. Pasaron muchos años desde aquella fiesta de John, ya hasta había terminado de estudiar y me habían ofrecido una buena beca en la escuela de Arte de Liverpool, me quedaría a vivir ahí, en Liverpool. Tenía 18 años, ya podía trabajar y ganar bien, de hecho, tenía mucho dinero en mi cartera, mi mamá me dio cerca de 1000 libras en efectivo… Tan solo era 15 de octubre de 1960, caminé hacia Strawberry Fields y una como otras veces en secundaria, me brinque la gran barda. Yo solo seguí el pequeño camino entre todos aquellos grandes matorrales, entonces comenzó a llover y entré en la maldita casa enorme y blanca que se destazaba con el pasar de los años. No pude contener las ganas de llorar, nunca había sufrido tal dolor de soledad, mi madre estaba en Londres, mi abuelo, mi hermana han de estar en blackpool, en la casa de mi abuelita Martha. Era irónico, mis abuelos vivian separados, pero de repente se juntaban, señores de 58 años, payasos.
Me levanté y sentí que pisé un sobre, asi que lo abrí y limpié el polvo. Era un sobre muy deteriorado, solo decía: i ever love you Darling!, habían fotos viejas y pff’ pensé que era algo parecido a Dannie y Paul. Parecía que había terminado de llover, eran aproximadamente las 6:30 y ya estaba oscureciendo. Nadie se acordaba de mi en Liverpool. Pasaron algunos días, y decidí ir al puerto y tomar un bote hacía Hamburgo, eran mis vacaciones. No sería muy difícil estar allá, aprendí a hablar alemán en Londres.
Ya era 30 de Octubre, llegue a Hamburgo, era temprano… masomenos las 7:30 de la mañana, así que caminé hacía algún hotel, reservé para una semana y ahí pasé unas horas para después comenzar mi búsqueda. Me puse un vestido grueso “mi saquito”, estaba haciendo demasiado frio y era la primera vez que me lo pondría, era color verde. Me puse unas mallas y unas botas largas de piso, no aguantaría caminar demasiado con tacones. Dieron las 6, hacía mas frio y ya estaba demasiado oscuro, estaba en un tipo de “las vegas” pero lleno de burdeles. Me topé con un grupo de chicos, eran Rory and the Hurricanes, casi muero, soy su fan. Pero creo que venían algo tomados y comenzaron a decirme demasiadas vulgaridades, el mas chaparro me dio una nalgada y me enoje, pero bueno eran the hurricanes.
Seguí buscando con miedo y entre a un “Top Ten Club” creo que estarían unos “gay’s” llamados Beatles tocando; me sonaba el nombre, pero había tantos nombres de bandas parecidos que ni siquiera puse atención, solo quería tomar un poco de agua y algo de comida, tenía hambre. Quise entrar, pero había demasiada gente, seguí insistiendo. Algo me llamaba la atención, quería comer o no se.
-son 50 peniques señorita- dijo un señor feo y alemán.
-aquí están sus malditos peniques- contesté en su idioma y entré, busque algun lugar libre, y me senté a un lado de un grupo de borrachos majaderos, pedí mi orden, asi que tuve que esperar,vi mi pequeño mapa, y taché demasiadas posibilidades en las que no pude encontrar a Paul, pero había mucho ruido, no lograba conentrarme.
-Ahora querido publico, tocaremos Red Sails In The Sunset- escuché una voz conocida, era una voz dulce, algo, no se, solo recuerdo que levante la cara y me quedé atónita, por primera vez vi hacia el escenario… no lo podía creer, ERA PAUL.
“He concluido mi búsqueda”, dije en voz alta y me levante para aercarme al escenario, yo solo grité JAMES PAUL MCCARTNEY MOHIN! Y el me volteó a ver, pero siguió cantando. Aun así seguí presente, claro que no podía dejar de cantar, pero acabo la canción, y volví a gritar: PAUL! PAUL!, pero el solo me sonrió, recordé que el necesitaba lentes de aumento para ver de lejos. Pero yo seguí insistiendo, el solo me dijo: -¿quieres un autógrafo?-. Me sentí demasiado mal y me solté llorando, asi que salí del lugar corriendo. Nunca imagine que no me fuera a reconocer.
